«El auténtico escritor no se dedica a modular cosas bonitas para los lectores, sino únicamente debe aclararse a sí mismo e interpretar mediante la magia de la palabra su propio ser y sus vivencias, resulte bonito o feo, bueno o malo».


Hermann Hesse

lunes, 31 de octubre de 2011

Almohada......




Piadosa almohada...
Que trasas espirales en mi hombro...
Te asemejas tanto, perfecto espejo...
Entre lazas tus blancas piernas de seda, y me obsequias sociego....

A dulce compañera nocturna...
No me besas como ella...
La imaginacion ni se le acerca...
Esto es una eterna pepena...

Me hablas directo al timpano...
Melancolica voz delgada y pasional...
Convergez, me das un segmento irracional....
Sus ojoz me miran temblando, soñando...

Ah! Mi dulce amante lejana...
Tu espejo lleno de plumas me ama...
En tu ausencia, me libera de el suicidio, de la pena...
Ella se me entrega, me da pieles blancas y jadez, ella no es ajena...

Mi perfecta amante nocturna...
Dejame embriagarme en tu templo de venus...
Ese reflejo, como las estrellas en el rio, paralelas al cielo...
Tu que estas todas las noches conmigo, eres mia, mia y no de otro...

Tu cuello, me recuerda su perfume de doncella...
Me transporta a su presencia, como un viaje entre poemas...
No eres ella, ni te le hacercas....
Pero te lo agradesco mi dulce boemia, actriz que protagonizas mis novelas...
Me la trais junto al viento, junto a morfeo...

Aunque no tengas aliento...
Aunque absorbas mi llanto...

Mis sueños en ti proyecto...
Dulce compañera de mi tristeza...
Asemeja a la dueña de mi imnsomnio...
A la quimera de mis cuentos...

A hermozo espejo, lleno de empatia, de anehelos, de plumas, de sueños...