«El auténtico escritor no se dedica a modular cosas bonitas para los lectores, sino únicamente debe aclararse a sí mismo e interpretar mediante la magia de la palabra su propio ser y sus vivencias, resulte bonito o feo, bueno o malo».


Hermann Hesse

domingo, 1 de julio de 2012

Perdoname




¿Y si nadie me extraña?
Si después de tanto sangrar por un sueño infinito que muere con cada atardecer y renace al alborada de tu compañía…
Si cuando te tengo entre mis brazos sé que es como si abrasaras al viento frio de enero…
Si todo este sacrificio es para un retrato que no sonreirá jamás por este da vinci que lucha por tener su mona lisa…
Por favor perdóname cariño, pero mi alma sangra y no quiere volver ya a casa…

Después de tantas noches de dormir acariciando las tercas manos de un sueño,
Después de soñar con tus labios desgarrando mi pena,
Después de abrasarte en el infinito universo del anhelo despierto solo, solo en mi penumbra…

¿Tan poco valgo?
Que ni muriendo por este sueño, que ni viviendo por ver tu feliz caminar hasta la meta más dulce de tu vida, ¿ni aun así valgo algo para ti?
Ni aunque olvide mi mundo y sea el peón que mata las torres de tus problemas, que retumban los tambores de guerra en mi pecho cada que una lagrima sale de tus ojos…
¿Aun así solo soy una mancha más en la capilla Sixtina de tu existir?

¿Y si no te acuerdas de mi?
El día que el tiempo me lleve a ser uno con el universo y viajar en el trémulo de un solsticio espectral…
El día que mi aliento ya no busque tu cuello, el día que todo lo que he luchado se vaya  a un hueco en un olvidado cementerio…
Si ese triste día tú no sabes quién es el hombre que yace bajo ese rosal marchitado…

Perdóname amor, pero no puedo seguir luchando con esto,
He dado tanto por ti, y ahora estoy solo…
Luchando contra ese murmullo que en algún lenguaje extraño solo dice palabras sin sentido, sin sentimiento…
El murmullo que exhalas cuando de vez en cuando me dices te amo…
¿Tan poco valgo?
Tanto como para que esa mágica palabra se sienta tan vacía, tan ambigua…

Dime ángel mío, ¿te acordaras de mi cuando me despida de esta batalla por tu cariño?
Tal vez si, tal vez algún día a el compañero mas cercano le pregunte, ¿no hace falta algo?
Estoy segura que antes había algo aquí, ¿Qué puede ser esa diminuta sensación de ausencia?
Y después veras cualquier cosa y olvidaras mi existir, mi allegado existir…

Por favor perdóname amor…
Pero no puedo seguir a tu lado,
No mientras sienta el frio de tu ausencia,
No mientras tu cuerpo sea de hielo,
Y tus palabras sean más ligueras que la escarcha…

¿Tan poco valgo?
Tanto como para dudar que algún día me extrañes…
Que notes la ausencia del hombre que dio todo por lograr la felicidad que tanto añoras…
Por favor amada mía, perdóname pero no volveré a casa otra vez…