¿Dónde se
esconde Alicia?
¿Estará en
la catedral de rodillas?
Desposándose,
bebiendo el té con alguien más,
lejos, es
seguro, muy lejos.
Y aquí
estoy, loco, bebiéndote,
Y ella a de estar
en un auto,
Corriendo
tras el conejo blanco,
Buscando el
tic-tac, inconsciente.
¿Por que
huye de mí?
Si en mis
labios esta el elixir que la hará encoger,
En mi cuello
el pastelillo para crecer otra vez,
Tocar el
cielo, nadar en una lagrima.
¿A que tanto
le puede temer?
Ya tomó el
riesgo, entró por el árbol,
cayó en mis
sueños,
Por horas,
volando,
Y se detuvo
levitando sobre el mármol.
¿Dónde estás
Alicia?
¿Le temes a
la reina de corazones?
¿Huyendo te
le escondes?
Por que no
se queda, yo la cuidare,
Cuidare su
vestido azul,
Su delicada
cabellera,
y que no
pierda de lugar la cabeza.
Si solo se
detuviera,
Pero busca a
esa oruga,
Fuma un poco
de humo azul,
Cree saberlo
todo, y no sabe que la espero,
Este no es
el mundo de las maravillas,
Este es el
mundo que has creado tú,
Donde soy un
loco sombrerero,
Y tu una
joven perdida en el espejo.
Mírate, ¿Qué
puedes ver?
¿Es acaso lo
que quieres ser?
Mírate,
¿enserio así quieres perecer?
Quédate
conmigo, ven.
Juntos bebamos
un poco de té,
enloqueceremos, lo se;
y tal vez
sonrías, puede ser,
y como el gato, poco a poco,
te veré desaparecer.
Pero me
quedara la tranquilidad,
De que
tomamos un día, una taza de té,
Y que fuiste
mía, sin temor a la cabeza perder,
Sin miedos
de extravío, de cordura o delirio;
Conmigo
estuviste, conmigo y mi locura.
¿Dónde estás
Alicia?
No te
encuentro, y este líquido psicoactivo se enfría,
No tardes,
amada escurridiza,
Por que no
se cuanto dure esta lucidez efímera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario