Después de
viajar entre las galaxias,
De tomar una
píldora y convertirme en astronauta,
Y ser una
persona poseedora de cometas,
Después de
todo esto, con una sola estrella me basta.
Los
elefantes rosa se volvieron grises,
Y las
carcajadas en momentos tristes,
Pero no todo
fue precario,
Ahora
encuentro mi éxtasis en esos rosados labios.
¿Todo eso
tuve que vivir, para llegar hasta aquí?
Hasta la
droga más poderosa,
Que me
atonta al respirar su aroma,
Para conocer
por primera vez,
lo que es
ponerse nervioso con un simple hola.
Sucumbir
ante la necesidad de verla,
la ansiedad
de sus manos en mi espalda,
dime si su
sonrisa no es adictiva;
la
alucinación perfecta, incauta.
Inyectarla
en mis venas quisiera,
que en mi
sangre se mezclara,
curara mi
cuerpo, calentara mi pecho,
que llegara
hasta mi corazón, hasta dentro.
Y de
astronauta a bohemio me convertí,
de viajante
audaz a un simple mortal.
Susurrando
lo que entre sueños vi,
contándote
en versos lo que no concebí.
Mira ahora
entre líneas,
léelas de
atrás hacia arriba,
una y otra
vez,
y
encontraras un viaje infinito
a la droga
perfecta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario