«El auténtico escritor no se dedica a modular cosas bonitas para los lectores, sino únicamente debe aclararse a sí mismo e interpretar mediante la magia de la palabra su propio ser y sus vivencias, resulte bonito o feo, bueno o malo».


Hermann Hesse

sábado, 17 de diciembre de 2011

Tango...


Les pido escuchar el tango Oblivion de Astor Piazzolla mientras se lee el poema...
Oblivion - Astor Piazzolla
http://www.youtube.com/watch?v=i5tc57Gmfjw

Recuerdos…
Ah que dulce es empapar el pan de nuestros días y noches en el café dulce y a veces amargo de la melancolía…

Es como música y baile en tu interior…
Es como si los recuerdos hicieran el amor entre música dentro de tu pecho…
Es, un tango de Astor Piazzolla retumbando, haciendo eco…
En la mágica pista de su recuerdo…

Veamos que sale…

Damisela de seda, piano encantado…
Toca, desemboca tu canto en mí…
Tus ojos son la única luz que necesito…
Tan tiernos, dóciles como la flor en mí pecho…

Baila en mi pecho, con esa percusión que hacen tus tacones y la madera rustica de mi alma…
Danza ángel mío, mueve en mi pecho con tus pasos las hojas secas de los recuerdos...
Toma mi mano, mientras cierro los ojos, tómala y no la sueltes…
Recarga tu rostro en mi hombro…
Pero no olvides verme a los ojos…
Necesito la luz de tu mirar, para no tropezar mas…

Poner mi mano en tu cintura de cristal, trasparente, pura, forjada con el ardor de mi amor…
Un aroma de pasión tropical…
Mescla de instrumentos argentinos…

Cuantas vueltas dentro de mí…
Eres una noche con vino, música y danza, danza para mi amada mía…
En ese pecho que en las noches se estremece con tu silueta, la que se oculta tras un chelo…
¡Siento que das mil vueltas! Dentro de mi, tanto que te busco en cada nota de este recuerdo….

Miras de frente mi miedo y quedo perplejo, pero no podemos dejar de bailar…
Tantos momentos tan míos, pero en la pista, eres la única que baila conmigo…

En las noches por aquel café, se asoma tu voz acompañada de un acordeón…
Y veo tu silueta como subir y bajar en las notas de un violín, y siento la necesidad de bailar..
Aunque sea con el viento, el siempre danza, como tu entre las centellas del cielo…
como te me vienes de golpe con cada nota alta, y con las bajas siento que giras alejándote, lejos, para luego desear otra ves un tango mas…
Solo deseando que ya no sea con el viento, si no con esas manos, esos faros que me regresan del océano de la soledad, esa cintura, la cual sostengo al girar…
Y no para guiarte, si no para evitar que gires lejos, hasta mi sentimiento, con tu tango solitario en la melancolía…
Girando, hasta no volver mas…

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