Es tan
sencillo lo que me hace feliz,
Una noche
solitaria y fría,
Una lectura,
dulce poesía,
El aroma de
las rosas carmesí.
Cuando no
encuentro sosiego,
Descubro que
es sencillo el ser dichoso,
Con un
simple cigarrillo, un café negro,
Una pasión
de nombre nostálgico.
Es tan
sencillo hacerme sonreír,
Basta con
despertar entre olas,
Escuchando
aves y algunas prosas,
Al olvidarme
del porvenir.
Tú, tú mi
amor.
Nadie lo
sabe mejor que tu beso,
Pues es el
que me despierta contento,
El que me
roba suspiros, rapta mi aliento.
Soñar,
tenerte de frente, temblando.
Contarte lo
que siento,
Que perdamos
el tiempo,
Sentarnos
hombro con hombro,
Pensando en
vacío, en el universo.
Tratarnos
cómo viejos,
Sentirnos
niños de nuevo,
Tomar una
copa de vino,
O
simplemente creernos eternos,
Asustarnos
de cuanto nos parecemos.
Todo esto es
sencillo,
Como lo
feliz que me siento contigo.
Tartamudear
cuando nos encontramos,
Olvidarnos
de las personas,
Sentir que
nuestros pechos son ajenos,
Que yo
callo, tú ya palpitas.
Tan sencillo
es disfrutarte,
Como mirarte
mientras caminas,
O cuando
sonríes y te crees ninfa,
Entre las
pupilas hay un puente;
Sencillo,
así son las caricias,
Sólo un rose
cuando lloras,
Un dedo mío
tranquilo sobre tu índice
Arrulla tu
llanto a escondidas;
Una tarde
cuando el sol se termina,
Entre los
cielos de nuestro horizonte,
Donde
estamos con miradas unidas,
Y algún
pensamiento retraído dice:
Qué sencillo
es todo, respiras,
Y yo sonrió,
mientras lo hagas.
Es muy
sencillo vivir en armonía,
Mientras
tenga en las mañanas tu silueta,
Ahí, dormida
junto a la mía,
Tomando los
sueños con la matutina briza.
Tener tu
locura,
Para con
ella hacer mí moldura,
En pura
ternura,
Darte besos
en tu blanca cintura.
Así de sencilla
es la alegría,
Un suceso
entre un hola,
O un beso en
el cuello
Al decirnos
te quiero,
Una canción
de Piazzolla,
Que dos
almas bailarían.
O que me
cuentes tus penas,
Y yo
salvarte de la soledad a cuestas,
Cargarla
contigo, invitarle la cena,
Sentarla a
la mesa, pagarle la cuenta.
Limpiar la
alcoba, arrugar las sabanas.
Hacerte un
castillo con rosas,
Cuando
llores y te sientas en cólera.
Es tan
sencillo darme la vida,
Solo
sentarnos frente al mar,
Cantarnos
canciones al respirar,
Escuchar las
gaviotas volar,
Sentados en
el silencio de amar.
O que los
días pasen,
Pero no nos
consuman,
Que permiso
nos pidan
Por un poco
de pan,
Y darles la
cena también,
Sentarlas,
que compartan.
Tan sencillo
es amar,
Como
sencillo es sentirte,
Hacernos un
alma en par,
Cada que me
dé por rezar.
Pues es tan
sencillo amarte,
Como
sencillo es ser feliz,
Como lo es
cualquier delfín,
Nadando sin
rumbo ni fin.
Tal cual
dibujo con lápiz,
Que se traza
seguro y fácil,
Así es lo
sencillo de en ti.
Como un
cuento que se escribe solo,
Por el
destino o por un loco,
Donde tú
eres el enigma silencioso,
Y yo soy la
carcajada que responde todo.
Así de
sencillo es ser armonioso,
Como un
instante en tu hombro,
Como decirte
te quiero y cómo.
Sencillo,
tan sencillo como hermoso.
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