«El auténtico escritor no se dedica a modular cosas bonitas para los lectores, sino únicamente debe aclararse a sí mismo e interpretar mediante la magia de la palabra su propio ser y sus vivencias, resulte bonito o feo, bueno o malo».


Hermann Hesse

sábado, 16 de marzo de 2013

Todo menos mis pies




Lamento decirte esto mi amor,
Pero mis pies no saben bailar;
Lo he intentado a todo ritmo,
Pero ellos nomas no quieren cooperar.

Y yo que tanto muero por tomarte de la cintura,
Mis dedos acariciando el escote en tu espalda,
Mis pies flotando como lo hacen con cada mirada,
Y olvidarse de lo pasado, el presente o vida futura.

Perdón amor, pero no sé bailar,
Aunque mi alma danza cada que te acercas a mi pupila,
Y mis pasiones se mesclan con la melodía de tu risa;
Hoy me apeno, pues no sé danzar.

Pero descuida mi cielo,
Querida princesa de los castillos que escribo en papel,
Mi diosa cautiva en el miedo al trono perder,
¡Aquí te tengo un par de labios que danzan muy bien!
Ellos no empalidecen, no flaquean, no temen crecer,
Te los entrego, baila con ellos, pues ambos te son fiel.
Danzarán sobre ti, de talón a cabello.

Perdóneme hermosa musa,
Pero sólo mis manos danzan bien,
Entre tus manos y pantorrillas,
Entre tu cuello y cabellera.
Sólo ellos se saben mover,
Pero mis pies, esos idiotas no lo saben hacer.

Disculpe mi raído calzado,
Y mis movimientos torpes cuando intento darle un tango.
Pero mi alma muere por la pista con la suya recorrer,
desnudarle con movimientos dóciles, desprenderla de su piel.
Y mis labios, manos y alma danzaran para usted;
De esperar se han cansado.

Deje el asiento, con esta disculpa,
Tome a estos humildes bailarines,
Y deles una noche entre melodías,
Entre esos ritmos que hacen su caminar y su risa,
Sus latidos y sus manías,
Todas esas dulces canciones,
Que tiñen los días con una fantástica armonía.

Perdóneme oh mi dulce ángel,
Pero mis pies izquierdos ambos son;
aunque mis manos le escribirán un millar de páginas en el cielo,
Y con ellas usted podrá moverse con su dulce paso de ensueño,
Tome lo que quiera como compañero,
Mis dedos, mi corazón vencido a usted,
Todo tómelo, todo le quiero ofrecer.

Perdóneme, amor, dispénseme otra vez,
Pero mis pies no la podrán complacer,
Sólo una vida entera, todo lo que soy,
Sólo todo eso le puedo ofrecer,
Todo, todo menos mis pies.


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