A veces
tengo miedo mi amor,
En noches
que las aves se esconden en las enramadas y los fríos arboles,
Siento que
la piel se me eriza y que todo es gris, y no tengo mas colores.
Y me pierdo
en tus recuerdos,
Me siento frío, como muerto, sin calor y repleto de dolores.
Y recuerdo
tus labios rojos, o tus blancos pechos.
Y me hundo
en tu cabello y su aroma eterno,
O siento
como las notas de un viejo chelo
me toman
como esclavo y me crucifican en tu ausencia.
Todo es
trivial, nada comprendo, carece de complacencia.
¡Y te
encuentro bañada en rojo!
Vestida de
demonio y ángeles cautivos.
Te veo de la
mano con un dichoso,
O te siento
distante, entre otros mundos.
Y no
encuentro la vida de tu compañía,
Ni siquiera
los suculentos despojos.
Todo es una
comedia mal escrita, simple ironía.
Hay días en
los que tengo miedo,
De no
encontrarte en el punto y coma de mis poesías,
De perder algún
día tu tristeza, o las simples rabietillas.
Y muero en
el terror, me escondo bajo las sabanas.
Lloro como
niño pequeño a falta del seno materno,
Y soy un
simple lacayo de las ausencias y no del tiempo.
Cada vez
temo más no encontrar el beso tierno,
El cigarrillo
acompañado de tus historias,
O la simple satisfacción
de un pasto, y el huir de las horas.
Ven, te lo
ruego, tiñe el gris de rojo,
Y has que el
único color negro sea de tu cabello,
Quita a los
espectros escondidos en el ropero.
Sin ti,
siempre de sombras esta lleno,
Y me miran
riendo, yo temeroso,
Débilmente,
los observo de reojo.
Las pesadillas
las vivo,
Los sueños
son solo corazones rotos,
No cuando
los sueño, pero cuando despierto,
Ahí, ahí comienza
la pesadilla.
Hallarme solo
de nuevo,
Con ropas
tan frías como las noches marchitas.
¡Con el
romper de las olas que gritan tu nombre!
¡El crepúsculo que me apuñala con todas tus palabras!
¡El crepúsculo que me apuñala con todas tus palabras!
¿Estoy
llorando? Que no te asombre,
Continuamente
lloro,
¿Será por
que espero que las lagrimes me borden en las mejillas tu beso?
Tal vez sea
por eso, o por que las fuerzas me faltan, y soy solo eso,
Un miedoso,
un simple baúl de lágrimas, de historias que invento.
Perdóname amor,
Pero tengo
miedo.
Se me
quiebra la voz cuando hablo con los demás,
A veces
cuando escribo, casi me rompo también los dedos,
Por que cada
letra es un sollozo de mi humanidad,
Que pide tu cercanía,
¡pide cada vez más!
¡Grita,
golpea, y no lo puedo parar!
Y comprendo
que te amo, y que mientas mas lo hago,
Te alejaras mas y mas, ¡Mas y mas!
no hay bolígrafo que sangre tanto por ti como lo hace mi retina,
no hay bolígrafo que sangre tanto por ti como lo hace mi retina,
Y no hay
momentos en la vida que tengan tanta melancolía,
Como mi pasión
prohibida.
¿Qué si por
que lloro aun?
Es simple,
tengo miedo a tu vida,
No a la mía,
pero temo por que tu mueras,
Que sufras,
goces o te sientas vacía.
No hay dolor
más grande que estar solo, y saberte a solas,
Y que en
nuestra soledad, aun así no me ames, ni por cortesía.
O que no
recuerdes ni la mitad de las cosas que ahora en el armario se esconden.
O simplemente,
Que yo siga
escribiendo,
Y que este
poema nunca termine, por siempre se extienda,
Y que tú no
lo leas, o que lo hagas y no sientas mas que pena.
Eso me da
miedo,
Saberte viva
o muerta,
Y yo eterno
poema, con este amor viajando en los tiempos.
Y que nunca
los sientas,
¿Qué cruel
suena la eternidad sin tu voz, no lo crees amiga?
Así es fácil
tener miedo,
Así, es fácil
llorar de agonía.
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